¿Quieres saber cómo cuidar tu piel a diario sin consultar a un especialista? ¿Quieres saber qué productos se adaptan a tu tipo de piel? Entonces, buenas noticias, los equipos de Eau Thermale Avène han trabajado intensamente para ofrecerte un diagnóstico cutáneo en línea para determinar tu tipo de piel. Solo se tarda unos minutos en hacerlo. Mientras esperamos a que se ponga en marcha, no te defraudaremos: estamos aquí para explicarte cómo completarlo.
El diagnóstico de tu piel para una rutina a medida
A veces te encuentras despistado ante las estanterías de las farmacias y sus mil y un productos... Es difícil elegir uno... Pieles sensibles, hipersensibles, secas a muy secas, deshidratadas, grasas o con tendencia acneica... Cada tipo de piel tiene sus propias características, rasgos y necesidades. Tu piel necesita su propio producto, y una rutina de cuidado de la piel adecuada. Que no cunda el pánico, estamos aquí para asesorarte.
Los pasos clave de una rutina de cuidado de la piel
Para cuidar la piel a diario, es importante establecer una rutina de cuidado de la piel adaptada a tu tipo de piel, basada en pasos y productos que puedan repetirse día tras día. Sea cual sea tu tipo de piel, estas rutinas tienen tres pasos clave: limpieza, hidratación y protección.
Paso 1
Limpio mi piel
Sea cual sea tu tipo de piel, nunca pasamos por alto la limpieza facial: es E.S.E.N.C.I.A.L. De hecho, eliminar las impurezas para oxigenar la piel es el primer paso para cuidarla, sobre todo cuando se vive en la ciudad y la piel está expuesta a la contaminación todos los días.
Una vez que la piel se ha liberado de las impurezas que han quedado en la superficie, la hidratación le permite regenerarse: el agua y la grasa son la clave. La hidratación diaria proporciona estos dos recursos esenciales. Según tu tipo de piel, elige una textura más o menos grasa para recuperar el confort y devolverle su frescura original.
Protejo mi piel de los rayos UV durante todo el año
A lo largo del año, la piel está expuesta a los rayos UV del sol y a sus efectos nocivos... Por ello, debes adoptar un buen hábito y proteger tu piel a diario utilizando un producto de cuidado facial con al menos un FPS bajo. Sin embargo, si decides exponerte al sol de forma intensa, considera la posibilidad de ponerse protección solar de FPS 50+ para evitar sorpresas desagradables.
A menudo se olvida la piel del cuerpo en la rutina diaria de cuidado de la piel, especialmente en invierno. Sin embargo, hidratarla es igual de importante. Se recomienda hidratar después de la ducha, cuando la piel está flexible, limpia y seca. Elige una textura más o menos grasa según tu tipo de piel y la estación del año.
¿Qué rutina de cuidado de la piel es mejor para cada tipo de piel?
Mi rutina paso a paso
Entender mejor la piel sensible
Tus características ¿Sientes a menudo hormigueo, tirantez y molestias? ¿Tienes la piel fina, a menudo clara y frágil, que tiende a enrojecerse con facilidad?
Entonces tienes la piel sensible. En otras palabras, la piel tiende a reaccionar muy fácilmente a los factores externos relacionados con el clima, el estilo de vida y los cosméticos inadecuados.
Tus necesidades: Hidratación profunda con productos de alta tolerancia adaptados a las pieles sensibles.
Tus características: ¿La piel reacciona excesivamente a una sustancia o situación que le provoca rojeces y a veces descamación? Además, ¿sientes molestias como hormigueo, tirantez o ardores?
Entonces tienes una piel hipersensible o intolerante que reacciona fuertemente a los agresores diarios como el clima, los productos químicos, el estrés o los cosméticos inadecuados.
Tus necesidades: Utilizar productos de alta tolerancia, preferiblemente sin perfume ni conservantes, para calmar las molestias y reparar la barrera cutánea.
Tus características ¿La piel tiene una apariencia brillante? ¿La textura de la piel es irregular, con poros dilatados? ¿Parece que el maquillaje no dura sobre la piel?
Entonces tienes la piel grasa. Esto se debe a que la piel produce un exceso de sebo debido a la hipersecreción de las glándulas sebáceas. Además de ciertas afecciones como el acné, la piel grasa puede estar causada por desequilibrios hormonales, cosméticos inadecuados, estrés o desequilibrios alimentarios.
Tus necesidades: Eliminar las impurezas y regular la producción de sebo limpiando regularmente la piel con limpiadores suaves y utilizando una crema hidratante matificante de textura ligera.
Tus características ¿Secreta la piel un exceso de sebo? ¿Tienes manchas, comedones o puntos negros? ¿Se inflaman o duelen esas imperfecciones?
Entonces sufres una piel con tendencia al acné. Las glándulas sebáceas producen un exceso de sebo, se bloquean y desarrollan quistes y comedones. Se produce principalmente durante la adolescencia, pero también puede afectar a los adultos en otros momentos de su vida, especialmente debido a desequilibrios hormonales.
Tus necesidades: La limpieza regular de la piel (por la mañana y por la noche) con limpiadores suaves para no "desnudar" la piel y el uso de productos no comedogénicos diseñados específicamente para su piel. Sin embargo, si notas que el acné es más grave, te recomendamos que consultes a un dermatólogo.
Tus características ¿Sientes la piel tirante después de la ducha y tienes la cara áspera, tensa y con hormigueo en todo el cuerpo?
Entonces tienes la piel seca. Es una señal de que le faltan lípidos (grasas) y de que la barrera cutánea, ahora deteriorada, ya no realiza correctamente su función de barrera, protegiendo de los agresores cotidianos (fricción, frío, contaminación, etc.). Se caracteriza, en particular, por una pérdida de suavidad, una piel ligeramente escamada, una textura de la piel tirante, líneas de expresión prematuras.
Tus necesidades: Aplicar una crema nutritiva para reparar la barrera lipídica de la piel y restaurar el confort y la flexibilidad.
Tus características ¿La piel se vuelve escamosa y a veces se descama? ¿Por no hablar de si sientes molestias y hormigueos, que pueden ser embarazosos o dolorosos? ¿Se pela la piel en zonas específicas de la cara como las mejillas, los lados de la nariz, los párpados o la frente?
Entonces tienes la piel muy seca. La barrera de la piel está realmente dañada. Es necesario calmar y reparar rápidamente la piel con un producto de textura rica, sobre todo en invierno, ya que el frío puede provocar una piel agrietada realmente molesta.
Tus necesidades: Aplicar un producto de textura rica como un bálsamo para reparar la barrera lipídica.
Tus características ¿La piel tiende a ser grasa en la zona T (frente, nariz, barbilla)? ¿Qué tal los pómulos y mandíbulas, con una apariencia seca o normal? ¿Tienes la impresión de que no tienes el control de tu piel y que encontrar EL tratamiento perfecto es un juego perdido? Entonces tienes la piel mixta.
Tus necesidades: Utilizar productos formulados específicamente para pieles mixtas con el objetivo de: - Tratar la zona T, al igual que la piel grasa, para reducir los brillos y la grasa y proporcionar un efecto matificante. - Hidratar y reconfortar las zonas que tienen una sensación de tirantez. - Evitar utilizar tratamientos demasiado agresivos para las zonas secas del rostro ni productos que estimulen la producción de sebo en las zonas grasas.
