¿Cómo descubrió el tratamiento postcáncer del Centro de Hidroterapia de Avène?
Todo empezó con una mesa redonda sobre tratamientos termales organizada por la Maison Rose de Burdeos, un lugar dedicado a las mujeres afectadas por el cáncer. Cuando escuché los testimonios, los relatos sobre tratamientos que eran física y psicológicamente curativos, supe que tendría que probarlo al final de mis tratamientos. La descripción de los paisajes de los alrededores de Avène, y de la zona del Piedmont, acabó por convencerme. Y para alguien a quien le gusta caminar, no me decepcionó.
¿Qué te pareció el tratamiento termal en Avène?
Un momento de alivio. Vine sin saber realmente cómo me iba a funcionar el tratamiento postcáncer porque no tengo problemas cutáneos graves. Desde que me sometí a la quimioterapia y a la mastectomía, he sufrido especialmente con el cuero cabelludo sensible y una sensación de pesadez en el brazo y de hormigueo en la mano del lado operado. Descubrí los programas de tratamiento totalmente personalizados que me prescribió mi médico. Las duchas de agua termal masajeaban los tejidos internos afectados, los baños me relajaban y me hacían sentir bien. También disfruté de sesiones de masaje y clases de gimnasia con un fisioterapeuta. Y en cuanto a mi frágil cuero cabelludo, también compré un producto de cuidado específico para llevármelo a casa. Al cabo de una semana, ya veía una clara mejoría.