Dormir lo suficiente, hacer ejercicio con regularidad y llevar una dieta más equilibrada pueden ayudar a tu piel a combatir las rojeces de forma natural.
Pero para que tus esfuerzos sean efectivos, aquí tienes algunos consejos:
- Comer bien: ¡sí! Pero ciertos alimentos favorecen la dilatación de los vasos y, por tanto, la aparición de rojeces. ¡En particular, la comida picante, ácida o demasiado caliente! Anotando la composición de las comidas, puedes comprender mejor qué alimentos o bebidas desencadenan el enrojecimiento, y así reducir su consumo o incluso eliminarlos de la dieta.
- Ejercicio: ¡por supuesto! Sin embargo, el sobrecalentamiento del cuerpo por un exceso de ejercicio físico puede provocar rojeces. Aprovecha las horas más frescas del día para realizar actividades al aire libre, como a primera hora de la mañana o al atardecer, cuando el sol está más bajo. Divide tus sesiones de ejercicio intenso en varios periodos más cortos y tómate el tiempo necesario para recuperarte hidratándote al máximo para bajar tu temperatura.