Piel seca
Cualquiera sea el tipo de piel, ciertos factores pueden desencadenar o favorecer una sensibilidad excesiva: La piel reacciona mucho allí, donde preferirías que no se manifieste...

¿Qué es la piel seca?
Se puede tener la piel sana y saludable, pero naturalmente seca.
La piel seca simple, se llama Xerósis.
Algunas personas tienen por naturaleza la piel más seca que otras, y esto se acentuará con la edad. El frío seco en invierno, pero también el viento y el sol, pueden ser factores de desecamiento. Del mismo modo, se conoce el papel nefasto para la epidermis de algunos productos de higiene y de limpieza que contienen tensio-activos de efecto detergente e irritante.
Si la piel es seca y presenta un engrosamiento anormal de la epidermis, descamación continua y formación de gruesas escamas, es característico de la Ictiosis.
En los eczemas y en particular en la dermatitis atópica, la piel está pálida y seca.
En casos poco frecuentes, carencias alimentarias (en vitaminas, en magnesio o en ácidos grasos) pueden agravar la sequedad de la piel.
Finalmente, numerosas enfermedades de la piel requieren tratamientos que tienen un efecto desecante (ejemplo: el acné).
Los consejos del médico
Una piel seca requiere un análisis atento. De entrada deben eliminarse las ictiosis raras y tratar en forma precoz la dermatitis atópica.
Si no es el caso, el dermatólogo aconsejará tratamiento y medidas de hidratación específicos.
Las cremas hidratantes
Todas las cremas hidratantes no tienen el mismo mecanismo de acción. Según los principios activos presentes, se distinguen 3 modos principales de hidratación de la piel:
Modo oclusivo con productos generalmente muy grasos, por ejemplo en base a vaselina, que forman una película oclusiva en la superficie de la epidermis y permiten mantener el agua en el interior de la capa córnea.
Modo emoliente con fórmulas en base a glicerina, urea o ácido láctico, que aportan a la piel componentes de la hidratación natural.
Modo fisiológico con fórmulas que contienen ácidos grasos, esteróles, ceramídas, que aportan lípidos similares a los de la capa superficial de la epidermis, para compensar su déficit.
Los científicos que investigan estos productos están acostumbrados a asociar varios principios activos con el fin de optimizar sus mecanismos de acción.
El dermatólogo ayudará a elegir el producto o la gama de productos mejor adaptados al problema.
Recordar, en todos los casos, que se requiere el uso regular: Los cuidados hidratantes deber aplicarse todos los días para mantener su eficacia."