El acné se desarrolla debido a los cambios hormonales en la pubertad y puede persistir hasta la edad adulta. Pero también entran en juego otros elementos: el estrés, el tabaquismo, la dieta, etc. Veamos con más detalle los factores agravantes del acné.
Hormonas y factores hereditarios: la causa del acné
El acné suele aparecer durante la adolescencia tanto en chicas como en chicos. Está relacionado con los cambios hormonales que se producen en la pubertad. En este momento, la piel produce más sebo de mala calidad y puede tener dificultades para drenarlo, lo que acaba provocando problemas como el acné. Las variaciones hormonales también explican por qué el acné puede persistir o reaparecer en las mujeres.
Otro factor importante es el genético. Si tus dos padres sufrieron acné en la pubertad o en la edad adulta, es más probable que te afecte. Estos factores no se pueden cambiar. Pero pueden entrar en juego otros factores agravantes que hacen que el acné persista, aparezca o reaparezca.
Te explicamos los factores agravantes para que puedas tomar las medidas adecuadas
¿Por qué el acné desaparece en algunas personas y en otras no?
Algunos factores ambientales pueden explicarlo en parte. El estrés es un desencadenante clave. Muchos de nosotros experimentamos brotes de acné cuando estamos bajo demasiada presión, ya que se cree que el estrés aumenta la producción de sebo. Los propios granos de acné también nos ponen bajo presión,por lo que puede ser un círculo vicioso. ¿Cómo se puede reducir el estrés? Desde luego, no fumando cigarrillos. Esto sería una muy mala idea, y no sólo para los pulmones: fumar también ralentiza la curación de las lesiones de acné.
Otro factor agravante es la dieta. Se ha establecido una correlación entre la presencia de acné y el consumo diario de productos lácteos, zumos de frutas, jarabes, bollería, chocolate y dulces. Otros factores a los que se suele atribuir la culpa son ciertos medicamentos o píldoras inadecuadas, así como la contaminación, que se considera responsable en gran medida del aumento de los casos de acné en los adultos. Si bien este último factor es difícil de eludir, afortunadamente es posible actuar sobre los demás factores agravantes.
No dudes en hablar de su acné con tu dermatóloga o dermatólogo: él o ella te escuchará y podrá sugerirte el tratamiento adecuado.
Cada vez que me excedo con el chocolate estoy segura de que me saldrán granos, y así es, aunque sólo sea un poco de chocolate para untar...
Romain, 17 años
El sol: el otro factor agravante
Cuando se trata del acné, el sol puede ser un enemigo oculto. Mejora la apariencia del acné... pero sólo a corto plazo.
De bronceado...
Es verano, hace buen tiempo y el sol parece mejorar el aspecto de tu piel. Las lesiones inflamatorias disminuyen visualmente, tanto por el bronceado como por el sol, que engrosa la piel y la reseca junto con los barrillos. Tanto, que te olvidas de usar crema solar...
...a un brote de acné
Es otoño y tu cara está salpicada de puntos negros, pápulas y pústulas. Ahora que tu piel está menos expuesta al sol, ha perdido su grosor y ha vuelto a su estado normal, con una sobreproducción de sebo, poros obstruidos y un gran número de manchas de acné. Esto se llama efecto rebote.
CONSEJOS AMABLES Y ESPECIALIZADOS
No todos los cosméticos son iguales. Algunos pueden empeorar el acné.
Las cremas, las bases y los polvos que no son no comedogénicos pueden provocar problemas en la piel. Lee atentamente las etiquetas: tanto cuando eliges un desmaquillante como una crema hidratante o un maquillaje, busca productos «no comedogénicos» o para «pieles con tendencia al acné». Esto garantiza que su composición, sus activos antiimperfecciones o antibrillo y su textura se adapten perfectamente a tu tipo de piel.
Por último, lava tus pinceles y esponjas con regularidad. ¿Qué pasa si no lo haces? Añadirás sebo a tus polvos y seguirás con el círculo vicioso.
Buenos hábitos para aliviar el acné
Tanto si hay algo que puedas hacer sobre la causa de tu acné como si no, los pasos para cuidarlo son los mismos. En primer lugar, debes elegir productos especiales para tu tipo de piel, tanto para la limpieza como para la hidratación y la aplicación del maquillaje. La clave para conseguir un efecto visible y duradero es la regularidad. ¡Y un toque ligero! El hecho de que parezca más gruesa no significa que tu piel sea menos delicada. Puedes permitirte hasta dos exfoliaciones y mascarillas por semana, ¡pero siempre con productos cuidadosamente elegidos!
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