Acné: buenos y malos hábitos
Acné: buenos y malos hábitos
Algunos días empiezan mal: te ha salido un grano más durante la noche... Tanto si eres adolescente como adulto, el acné no suele ser bienvenido y hay muchas tentaciones de hacer desaparecer los granos lo antes posible. Te explicamos cómo evitar los hábitos erróneos y cómo adoptar los correctos para afrontar mejor el acné en el día a día.
Higiene, sol... Acabar con los mitos sobre el acné
Vivir con acné significa tener que lidiar con muchos prejuicios y nociones preconcebidas. Se dice que el acné está relacionado con la falta de higiene. Desaparece con el sol. Solo afecta a los adolescentes. ¿Seguimos?
Así que repetimos: no, el acné no tiene nada que ver con la falta de higiene (y tampoco es contagioso). Es una enfermedad crónica de la piel que afecta al 80 % de los adolescentes y a más de una cuarta parte de los adultos, principalmente mujeres. Se desencadena por las hormonas y puede agravarse por factores como la dieta, el estrés, el tabaco o los cosméticos inadecuados.
¿Y el sol? Una vez más, vamos a destruir un mito. Si reduce o incluso hace desaparecer el acné, es un efecto temporal. En cuanto los rayos del sol disminuyen y la piel, que se ha engrosado con el sol, recupera su grosor habitual, vuelven los granos... a veces más del doble.
Pieles grasas con imperfecciones y acné / Pieles con tendencia al acné / Causas
Mi dermatólogo me recomendó que prestara atención a la composición de las cremas y los productos de maquillaje porque ciertas fórmulas obstruyen los poros. Desde entonces, tengo mucho más cuidado con lo que compro y me aplico en la piel.
Explotar, exfoliar... pon fin a esos malos hábitos
¿Cómo eliminar el acné? Empieza por evitar tocarte los granos: los dedos y las manos pueden ser portadores de bacterias y tu rostro debe mantenerse lo más limpio posible. Y por muy tentador que sea, ¡no te explotes los granos! Corres el riesgo de agravar la inflamación y de provocar cicatrices que muy a menudo son difíciles de eliminar.
Tampoco se recomienda la opción de exfoliar la piel. Los productos de limpieza irritantes utilizados con demasiada frecuencia se convertirán en agresores para tu piel. Para defenderse de esta agresión, se arriesga a producir más sebo... ¡y granos!
¿Y las soluciones naturales? Ten cuidado con las «recetas» de mascarillas o exfoliantes caseros que encuentres en Internet. Que sea natural no significa que sea adecuado para tu piel sensible. En su lugar, trata tu acné con un dermatólogo, el mejor especialista de la piel.
Limpieza e hidratación: lo que hay que hacer
¿Cuáles son los hábitos que se deben adoptar cuando se tiene acné?
Limpiar la piel con tendencia acneica
Esta es la base. Existen varios tipos de productos: aguas micelares, geles limpiadores, cremas limpiadoras, etc.; pero cuidado: deben estar formulados especialmente para las pieles con tendencia al acné. Aplícalos con movimientos suaves (¡sin frotar!) por la mañana y por la noche para desmaquillar y eliminar las impurezas y el sebo de la piel. Una pulverización de agua termal para terminar y tu piel quedará calmada.
Hidratar la piel con tendencia acneica
Incluso si tiende a ser grasa, la piel con tendencia al acné necesita hidratarse con productos dermatológicos antiimperfecciones y no comedogénicos... En definitiva, adaptados a las pieles con tendencia al acné. Cuando te expongas al sol, no olvides utilizar productos de protección solar de amplio espectro (UVA y UVB) y alta protección (SPF 50+), diseñados idealmente para pieles sensibles.
CONSEJOS FÁCILES Y EXPERTOS
El impacto psicológico del acné puede ser importante. Para convivir mejor con los granos, no está prohibido maquillarse (¡todo lo contrario!).
Verde para los granos rojizos, coral para las cicatrices marrones: los sticks correctores serán tus mejores amigos para camuflar las marcas de acné. Termina con una base de maquillaje compacta o una base fluida para unificar el tono de tu piel y unos polvos para fijar el maquillaje. Por supuesto, todos estos productos cosméticos deben ser no comedogénicos y estar formulados para pieles con tendencia a las imperfecciones. Y no olvides limpiar tus brochas y esponjas, de lo contrario corres el riesgo de mantener el acné por las bacterias presentes en estos accesorios de maquillaje.
Lo que hay que hacer para convivir con el acné
Si, a pesar de todas las precauciones, tu acné persiste y te complica la vida, no dudes en consultar a un dermatólogo. Tanto si eres adolescente como adulto, te sugerirán los tratamientos orales o locales adecuados. Al mismo tiempo, desde la limpieza matutina y nocturna hasta el maquillaje y la hidratación, sigue los pasos adecuados para convivir bien con tu acné (hasta que le digas adiós definitivamente).

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