- CONTENIDO
- Eccema - eccema atópico - psoriasis
Las diferentes localizaciones del eccema
- Vivir con eccema o psoriasis
- Psoriasis y eccema en adultos: higiene adecuada
- Vivir con eccema o psoriasis: Niños
- Psoriasis y eccema infantil - reglas de hidratación
- Psoriasis y eccema en niños: higiene adecuada
- La psoriasis y el eccema en personas adultas - reglas de hidratación
- Niños - Cuidados y consejos contra el picor
- Adultos - Cuidados y consejos contra el picor
- Vivir con eccema o psoriasis: adultos
Las diferentes localizaciones del eccema
Piel seca, enrojecimiento... El eccema puede afectar a todas las partes del cuerpo. Las zonas afectadas varían de una persona a otra. Su localización también depende del tipo de eccema. El eccema atópico afecta a ciertas zonas en particular, dependiendo de la edad. En el caso del eccema de contacto, la zona afectada será la que haya estado expuesta a un alérgeno. Un resumen.
Eccema atópico: localizaciones en bebés
El eccema atópico aparece por término medio en torno a los 3 meses de edad y se desarrolla en brotes más o menos frecuentes que coinciden con la dentición y las infecciones nasofaríngeas. Las lesiones adquieren entonces el aspecto de pequeñas manchas rojas.
En los bebés menores de un año, este eccema afecta principalmente, de forma simétrica, a las partes abultadas de la cara, como la frente, la barbilla y las mejillas. Pero también a veces las piernas, los brazos y los pliegues del cuello. En cambio, la nariz y las nalgas no suelen verse afectadas.
Después, entre el año y los dos años de edad, las lesiones de eccema abandonarán estas zonas abultadas y se localizarán en los pliegues de los codos y las piernas, detrás de las orejas y en la cabeza y el cuello.
Eccema atópico en niños y adolescentes
Desde los dos años hasta la adolescencia, las lesiones del eccema atópico adquieren un aspecto blanquecino. Migran a diferentes zonas del rostro: los párpados, alrededor de la boca o detrás de las orejas, pero también en el pliegue del codo, en el dorso de las rodillas, las manos, las muñecas y los tobillos.
En la mayoría de los casos, el eccema atópico tiende a desaparecer en la adolescencia.
¿Las manchas están muy localizadas? ¿En el pecho, alrededor del ombligo, en medio de la espalda? Entonces puede tratarse de una alergia a las sustancias de una crema, o al níquel de la hebilla del cinturón o del cierre del sujetador. Se trata de un eccema de contacto: la piel reacciona a un alérgeno específico.
Si, por el contrario, la piel es generalmente seca y sensible y aparecen manchas rojas en otras partes del cuerpo, es más probable que se trate de un eccema atópico.
El eccema de las manos en el punto de mira
El eccema atópico en el punto de mira
Vivir con eccema o psoriasis - niños
Eccema atópico: ¿qué zonas se ven afectadas en los adultos?
Alrededor del 10 % de los pacientes siguen sufriendo eccema atópico en la edad adulta. En este tipo de enfermedad de la piel, las manchas son rojas, gruesas y con aspecto de liquen. Las localizaciones son diferentes a las del eccema atópico infantil. Las manos y el rostro, sobre todo los párpados, son las más afectadas, así como los grandes pliegues (pliegue del codo, parte posterior de las rodillas).
«Cuando tenía unos 18 o 20 años, el eccema desapareció. Sin embargo, el eccema ha vuelto a aparecerme en las manos. Tengo 38 años, pero parece que tengo las manos de una mujer de 70 años».
Eccema: el trío de tratamientos ganador
Sea cual sea la localización del eccema atópico (rostro, manos, brazos, piernas, etc.), el tratamiento se basa, sobre todo, en la atención localizada. El primer paso es una higiene suave y adecuada para evitar una mayor sequedad e irritación de la piel.
El médico puede recetar medicamentos para calmar la inflamación (crema dermocorticoide). El tratamiento básico, que consiste en la aplicación diaria de un emoliente, tiene como objetivo combatir la sequedad de la piel y restaurar su función de barrera.
Por último, las alternativas al rascado pueden ayudarte a controlar el picor.
Eccema - Higiene adecuada
Eccema de contacto: una reacción alérgica
Lo que se conoce como eccema de contacto es en realidad una alergia. El contacto de la piel con un producto u objeto puede desencadenar una reacción inflamatoria. Este eccema se manifiesta con lesiones cutáneas (ampollas) y picor (prurito). Las zonas donde aparece el enrojecimiento corresponden a la zona de contacto con el alérgeno. Esta es una pista real sobre la causa de la alergia.
CONSEJOS ESPECIALIZADOS
La prevención de las recaídas del eccema de contacto se reduce a evitar el alérgeno. Pero no siempre es fácil. Especialmente si nos exponemos en un contexto profesional. En este caso, se debe proteger la piel (guantes, ropa de protección...) Sin olvidar el uso de cremas barrera como Cicafalte crema de manos permite reducir el riesgo. Sin olvidar mantener una rutina de higiene suave con un limpiador no agresivo y una buena hidratación con un emoliente.
Eccema de contacto: puede afectar a todas las partes del cuerpo
El cuero cabelludo, las orejas, los labios, el cuello, las axilas, el estómago, la espalda, las manos, los pies... Cualquier parte del cuerpo puede verse afectada por el eccema de contacto.
En nuestra vida cotidiana, los alérgenos tienen principalmente cuatro orígenes. Origen en la ropa: los tintes de la ropa, el cuero, el pegamento o la goma de los zapatos o los accesorios de níquel (hebilla del cinturón, botones del pantalón, pendientes, etc.) están entre los más frecuentes.
Los cosméticos son otra fuente: perfume, champú, desodorante, tinte de pelo, esmalte de uñas, etc.
Los medicamentos aplicados sobre la piel, como los antisépticos o las cremas antiinflamatorias, ocupan el tercer lugar, seguidos de los alérgenos profesionales.
El eccema en el abdomen y la espalda en el punto de mira
NUESTRAS RESPUESTAS A TUS PREGUNTAS
Para distinguir lo verdadero de lo falso: para eso estamos.
Es cierto. Algunas alergias de contacto pueden provenir de las manos. ¿Un ejemplo? Esmalte de uñas que puede no haber causado una reacción en los dedos, pero que puede desencadenar una alergia en otra zona, por ejemplo en los párpados, el rostro y el cuello.
Es cierto. Después de años utilizando el mismo perfume o de lavarse con el mismo gel de ducha, puede producirse una reacción alérgica repentina... De hecho, existe un periodo de latencia entre la primera exposición a la sustancia alergénica y la aparición de los síntomas. Este periodo puede oscilar entre unos días y varios años. En otras palabras, podemos volvernos repentinamente alérgicos a un producto que no ha causado ningún problema hasta ahora.
Falso. La falta de higiene no tiene nada que ver con el desarrollo del eccema. Por otro lado, lavarse demasiado o con productos que contengan irritantes puede desencadenar brotes.
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Me encanta, ya no tengo rojeces, picores ni alergias. Tengo la piel suave.
Continuará
Eccema en la zona de los ojos y los párpados
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