- CONTENIDO
- Eccema - eccema atópico - psoriasis
Vivir con eccema o psoriasis: Niños
- Vivir con eccema o psoriasis
- Psoriasis y eccema en niños: higiene adecuada
- Psoriasis y eccema en adultos: higiene adecuada
- La psoriasis y el eccema en personas adultas - reglas de hidratación
- Psoriasis y eccema infantil - reglas de hidratación
- Niños - Cuidados y consejos contra el picor
- Vivir con eccema o psoriasis: Niños
- Vivir con eccema o psoriasis: adultos
- Adultos - Cuidados y consejos contra el picor
Vivir con eccema o psoriasis: Niños
Eccema y psoriasis: la especial sensibilidad de los niños afectados por el eccema o la psoriasis es una fuente de malestar casi permanente. Especialmente para los más pequeños. Picores, falta de sueño, estrés, a veces burlas... estas dos enfermedades afectan a su calidad de vida. Juntos podéis superar este calvario.
La psoriasis y el eccema en los niños: ¿cuáles son las diferencias?
La psoriasis suele aparecer en individuos genéticamente predispuestos. Se manifiesta por una renovación excesivamente rápida de las células epidérmicas y una inflamación crónica de la piel.
El eccema, en cambio, es una combinación de una barrera cutánea alterada y una mayor sensibilidad del sistema inmunitario a los alérgenos, lo que hace que la piel sea más reactiva.
Aunque difieren en sus causas, ambas afecciones son similares en muchos aspectos. Ambas son enfermedades crónicas marcadas por la alternancia de brotes y períodos de remisión. Las lesiones son rojas y pueden provocar mucho picor. Mientras que la psoriasis en los niños no es muy común, el eccema atópico afecta al 10-15 % de los niños menores de 7 años en Europa.
Psoriasis y eccema en los niños: los signos que no engañan
Los brotes se caracterizan por la aparición de placas.
En la psoriasis, estas lesiones son rojizas y escamosas. En los niños, rara vez pican y afectan sobre todo a las zonas de roce: codos, parte posterior de los antebrazos, rodillas, piernas, parte baja de la espalda. También pueden afectar al cuero cabelludo, las cejas y los conductos auditivos. O incluso las uñas, las palmas de las manos o las plantas de los pies.
Por otra parte, las lesiones de eccema atópico (que suelen desarrollarse en bebés y niños) suelen ser menos gruesas, menos definidas y menos escamosas que las placas de psoriasis. Sin embargo, pican. En los niños menores de un año, afectan a ciertas partes del rostro (frente, barbilla, mejillas) y a las extremidades (piernas, brazos). Entre el año y los dos años, el eccema es más frecuente en la cabeza, el cuello y los pliegues de flexión. En los niños mayores de dos años, son los pliegues (cuello, debajo de las orejas, codos, rodillas, nalgas), las manos, las muñecas y los tobillos las zonas que se ven afectadas.
Zonas del eccema - rostro y cuello
Consejos antipicor en los niños
El picor y el ardor que provocan estas enfermedades es un verdadero sufrimiento para los niños, y se convierte rápidamente en una fuente de estrés con un impacto significativo en su vida diaria.
¿Cómo deben reaccionar
los padres?
Si tu hijo o hija padece dermatitis atópica o psoriasis, sabes lo difícil que puede ser a veces manejar la situación. ¿Qué puede ser más desalentador que ver a tu hijo sufrir y no saber cómo ayudarle? Sobre todo, aunque estas enfermedades tengan una vertiente hereditaria, no te sientas responsable. Por otro lado, tienes un papel que desempeñar. Puedes apoyarles y ayudarles a sobrellevar la situación. Habla con ellos, anímales a expresar lo que sienten. Es importante no minimizar su malestar. Y, por supuesto, identificar los factores desencadenantes y tomar parte activa en su cuidado.
CONSEJOS ESPECIALIZADOS
El prurito, esa insoportable sensación de picor, es un círculo vicioso. En otras palabras, cuanto más se rasque su hijo, más querrá rascarse. Pero es muy difícil prohibir a un niño que no toque sus lesiones. Afortunadamente, hay alternativas. Cuando le pique, anímale a rascar su peluche, desvía su atención haciendo alguna actividad física...
¿Cuáles son
los tratamientos?
En el tratamiento del eccema o la psoriasis intervienen tres actores clave: tu hijo o hija, tú como padre o madre, y el médico. Ante todo, solo una evaluación médica (realizada por un pediatra, un dermatólogo o un médico de cabecera) permitirá establecer un diagnóstico claro, comprender mejor la enfermedad y poner en marcha el tratamiento más eficaz. Esto dependerá de varios factores, como el impacto en la calidad de vida y la gravedad de los síntomas.
¿Cómo se puede prevenir el eccema y la psoriasis?
Además del tratamiento, se pueden tomar medidas para prevenir los brotes y el picor. La prevención se basa en tres pilares que ayudarán a tu hijo a sentirse mejor. El primero de estos pilares es la hidratación. Un tratamiento emoliente o hidratante restablecerá la función de barrera de la piel y evitará un nuevo brote. Puedes descubrir más información todo en nuestro apartado sobre normas de hidratación.
Segundo pilar: higiene adecuada. Muchos padres piensan que es mejor espaciar los baños o duchas de los niños afectados por el eccema o la psoriasis. Sin embargo, la higiene es necesaria. Entonces, ¿cómo podemos evitar la irritación de la piel al lavarnos? Encuentra la respuesta en nuestro apartado sobre higiene adecuada.
El último pilar: evitar rascarse para no dañar la piel. No es tarea fácil. Pero no te preocupes. También en este caso existen soluciones sencillas, como el uso de piedras lisas. Consulta nuestro apartado sobre este tema.

ECCEMA Y PSORIASIS EN LOS NIÑOS: NUESTRAS RESPUESTAS A TUS PREGUNTAS
Para separar lo verdadero de lo falso: para eso estamos.
Esta es una creencia muy anticuada... pero es solo una creencia. Ninguna de las dos enfermedades es contagiosa. Ambas son enfermedades crónicas e inflamatorias. Están causadas por anomalías de la piel y factores ambientales como los alérgenos...
Por desgracia, no. Los tratamientos y cuidados existentes son para tratar los síntomas. Son muy eficaces, pero su objetivo no es hacer desaparecer la enfermedad de una vez por todas, sino tratar los síntomas durante la fase aguda y prevenir la aparición de nuevos brotes.
Sí, así es. El estrés afecta al sistema inmunitario. Puede empeorar un brote o desencadenar uno.
Sí, por supuesto. Sin embargo, ten cuidado, ya que el cloro y la sal pueden ser irritantes. Por lo tanto, los niños deben seguir algunas instrucciones. La primera es aplicar una crema barrera antes de nadar. Protegerá la piel. A continuación, deben aclararse con agua dulce después de nadar. Por último, se debe aplicar un producto de cuidado emoliente antes de vestirse.
Los tratamientos termales se recomiendan a menudo para los niños propensos a la atopia o los que sufren de psoriasis. Incluyen tratamientos a base de agua termal (baños, duchas, curas de bebida, etc.), talleres de educación sanitaria que ofrecen al niño y a sus padres la oportunidad de aprender más sobre la afección cutánea y sus tratamientos, así como seguimientos médicos periódicos.
Nuestras soluciones para la piel atópica joven
Productos de cuidado de la piel de Eau Thermale Avène diseñados para ayudar a los niños a sentirse mejor con su piel
CONTINUARÁ
NEWSLETTER
¡Siempre al servicio de tu piel!
Todos nuestros consejos para cuidarla cada día.
Conoce tu piel
Con la ayuda de nuestros expertos, identifica lo que tu piel realmente necesita y descubre tu rutina personalizada.