Cuidado con los rayos UV en la ciudad
En la ciudad, los rayos UV también están por todas partes. Cuando sales a la calle, los rayos UV pueden llegar fácilmente a tu cara, escote y manos. Como sabes, la exposición al sol no está exenta de riesgos. Las quemaduras solares, las manchas solares, el envejecimiento de la piel o, lo que es peor, el melanoma, son algunas de las consecuencias más graves de los rayos UV para la piel.
Peligros agravados por la contaminación
El fenómeno de la contaminación urbana (el monóxido de carbono, los gases del escape de los vehículos y los metales pesados) agrava los efectos nocivos del sol. Sobre todo porque las fachadas de cristal de los edificios de la ciudad reflejan con fuerza los rayos del sol. Y, lo que es peor, los rayos UVA (que penetran más profundamente en la piel que los UVB) pueden incluso atravesar las ventanas, por lo que llegan hasta ti incluso cuando estás en tu coche o en la oficina. Y cuanto más calor hace, más se abren y se dilatan los poros de la piel, lo que la hace más propensa a absorber partículas de contaminación. Es esta misma contaminación la que es responsable en gran medida, al igual que los rayos del sol, del envejecimiento prematuro de la piel.
El estrés como factor agravante
El estrés de la vida en la ciudad puede tener un duro impacto en la piel. Al igual que el sol y la contaminación, el estrés es un factor de envejecimiento de la piel. Combinado con los otros dos factores, el estrés agrava la piel. Para evitar los riesgos que suponen para la piel el transporte público, el trabajo y el sueño, es importante adoptar un estilo de vida saludable y proteger nuestra piel.